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Para antes de cruzar la avenida llegan a mis oídos el sonido de timbales que provienen del Centro de Convenciones Tlatelolco, eso solo podía significar que el Festival Gozadera por fin había comenzado.

La primavera ha llegado con todo a la Ciudad de México, mientras me encuentro caminando al lado de las características unidades de Tlatelolco solo puedo pensar en que el único calor que puedo aceptar en este momento es el que se concentra en medio de una pista de baile.

Al ingresar al recinto me llevo la agradable sorpresa de que ampliaron la carta de bebidas del año pasado y a precios mucho más accesibles. Desde una chela, mezcal o pulque de mazapán eran parte de las delicias refrescantes que podías adquirir dentro del festival, compramos una conga con mezcal perfecta para amenizar el clima tropical y comenzamos a explorar los alrededores.

El Festival Gozadera definitivamente no es lo mismo a lo que era el año pasado. Los pasillos grisáceos del centro de convenciones han abierto un espacio dedicado al graffiti. Dentro de los mismos retumba el eco de las proyecciones cinematográficas que se han colocado y se escuchan los gritos de aquellos valientes que decidieron montar alguno de los toros mecánicos. La producción ha aspirado a regalarle a la audiencia una experiencia mucho más completa del festival.

La Sucursal de la Cumbia se encargó de darle un toque diferente al festival entremezclando la cumbia y ska como si fueran uno mismo. Dentro de los actos más esperados del festival se encontraba la aparición de Astros de Mendoza, que al igual que el año pasado encendieron a la audiencia mezclando al estilo sonidero una serie de éxitos que iban desde Zoé hasta Queen, dándonos a todos material para corear durante toda la presentación.

El acto sorpresa de la tarde también se convirtió en uno de los más esperados, Morenito de Fuego hace que los espectadores vayan corriendo directo al Escenario Gozadera y detrás de mi encuentro a un robot gigante agitando el puño como si no hubiera mañana (WTF!?) si, por increíble que parezca este amiguito se dedicó a aparecerse en diversas presentaciones y termino siendo la sensación de la noche mientras los asistentes bailaban y se fotografiaban con él.

Cualquiera que conozca un poco sobre la escena sonidera sabe que Sonido La Changa es una institución en este ámbito. Los saludos y la cumbia de este acto eran de los más esperados del festival y definitivamente no quedaron a debernos nada.

Sonido Gallo Negro se presenta con una ambientación tenue que solamente se iluminaba por lo enérgico de su presentación y la fuerza con la que vibraban sus timbales, para los que hemos tenido la oportunidad de verlos en diversas ocasiones sabemos que su show nunca falla.

Instituto Mexicano del Sonido no es precisamente cumbia sonidera, era uno de los grupos que pudiera parecer un poco “fuera de lugar” dentro del evento, pero más allá de no compartir género con La Changa o mezclar canciones al ritmo de Astros de Mendoza sí comparten la energía con la que pueden hacer saltar a toda una audiencia. Salen al escenario con unas playeras con un lema que bien podría convertirse en el lema de la noche: “Cumbia is the answer”. Se encargan de cerrar el escenario Gozadera apenas da la media noche, pero dejándonos con la necesidad de bailar hasta que amanezca.

Así es como vivimos un día en el que convergieron la salsa, cumbia, el reggae, hip-hop, la electrónica y abrazaron a toda una audiencia en forma de baile y gozadera. Los más valientes abandonamos el recinto pasadas las 3 a.m. y pareciera que el horario de verano nos ha regalado una hora extra de baile. Ali Gua Gua se encarga de cerrar el evento y la parte de enfrente del escenario se ha descontrolado por completo, el baile desenfrenado se mantiene a pesar de las altas horas de la madrugada y literalmente nos han deslumbrado al encender todas las luces para hacernos la cordial invitación de pasarnos a retirar.

Cuando hago un recuento del día pienso en lo necesario que es tener festivales como el Festival Gozadera que te regalen experiencias completamente nuevas, que te hagan bailar todo tipo de música sin siquiera darte cuenta, que estén repletos de talento mexicano y latino liderando el evento.

Tal vez las playeras que los IMS portaron durante su presentación tenían toda la razón, pero después de salir completamente agotada del Gozadera me doy cuenta de que más allá de “ser la respuesta” la cumbia se ha convertido en una necesidad.festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera festival gozadera

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