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Elliot Moss cumplió con el concierto que tenía pactado en nuestra ciudad y que tuvo que ser pospuesto por el sismo.

Esto de ir a “criticar” conciertos no empezó así nada más, aunque no lo crean alguien te tiene que creer que tienes criterio para hacerlo y ese criterio tampoco nace de la nada; y según yo esa “formación” empieza desde abajo… en las tocadas de la prepa.

Esas que se hacían en alguna casa, con poquita gente y uno o más jóvenes entusiastas con algo de talento e instrumentos en sus manos; todo esto preferentemente en fin de semana.

Ayer fue viernes en la noche y en la ciudad estaba un joven entusiasta con talento para los instrumentos, producción y composición sobre un escenario en una casa en la colonia Roma (el Foro Indie Rocks). O sea básicamente ayer fui a una tocada, como las de la prepa pero mejor.

Cerca de las 10 PM salió el joven Elliot Moss a encantar con Faraday Cage; en el escenario veíamos un trío de potente de bajo, guitarra y batería dándolo todo (como en la prepa), chicas gritándole al vocalista (como en la prepa) y un audio pésimo (como en la prepa) que su ingeniero de audio (que hasta donde se es su papá) no tardaría en arreglar.

Creo que ya aclaré una parte del título de esta reseña, ahora la otra. Elliot Moss en vivo me confirmó que es un genio, así de claro. No le pide nada al talento de Blake, al místico encanto de Yorke, a la experimentación de Jamie y todavía le alcanza para tener el carisma de Styles.

Slip, Best Light, Closedloop, Even Great Things (casi lloro) y demás tracks me hacían cuestionarle a mis compañeros de concierto si estábamos ante un ‘Radiohead @ Ojo de Agua en el 93’, un concierto memorable de esos que uno, como buen snob, presume haber presenciado “antes de que todos lo conocieran”.

Ayer pasó algo que seguramente les diré a todos mis amigos con arrogante orgullo: Yo vi a ese joven genio (Elliot Moss) antes que tú.

Elliot Moss Elliot Moss Elliot Moss Elliot Moss Elliot Moss Elliot Moss Elliot Moss Elliot Moss

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