El primer jueves de diciembre la banda tapatía Micelios presentó en Foro Andén su primer larga duración titulado Camino.
No lo sé, quizá sea tan sólo un vicio o morbo por escuchar música nueva, propuestas nuevas, lo que torne atractivos a pequeños foros y bares en la ciudad de Guadalajara que apuestan por la emergencia sonora.
Si esa música es producto del talento local entonces no sólo causa todas las anteriores sensaciones, sino que además alcanza para percibir la mística de algún grupo novel al mismo tiempo que posibilita escudriñarlos de cerca.
Esa esperanza de poder estar frente al descubrimiento, frente a la novedad y frente a una banda que pudiera romperla en los años venideros es una sensación, o dependencia, a la que muy pocos fanáticos de la música podrían renunciar.
Atrae bastante encontrar a un cuarteto de jóvenes sin malicia en la industria y cuyas aspiraciones musicales se puedan oler verdaderas. Quizá eso es lo que sucede con Micelios.
El primer jueves de diciembre la banda tapatía Micelios presentó en Foro Andén su primer larga duración titulado Camino. Son 10 cortes que bien podrían apelar a la introspección lo mismo que incitar al movimiento frenético corporal.
Camino es un la concreción del esfuerzo de los cuatro y el premio justo por no claudicar de los integrantes: Jorge Vargas y José Macías, así como de los hermanos Mauricio y Henry Salas, este último vocalista y líder de la agrupación.
Cerca de las 22:30 los Micelios salieron al entarimado para realizar lo suyo y justificar la existencia de este joven cuarteto mediante riffs chiclosos, percusiones atinadas y un tejido de voces aplicadas a la sicodelia pero que también guiñándole al stoner. Fue de esta manera tan bipolar, sónicamentre hablando, que los Micelios salieron bien librados frente a un público atento a sus movimientos.
El arte complementario fueron los visuales que el propio Henry programó para el evento, situación que remite sin duda al concepto DIY (Do It Yuorself) y que ha sido utilizado por agrupaciones internacionales al intentar redondear su obra.
Pero quizá para los que ya se habían adelantado a escuchar el elepé, disponible ahora en plataformas streaming de música, la pregunta más recurrente en su cabeza pudo haber sido: ¿Y a qué hora tocan Mandala? Mandala es la razón por la cuál decidieron continuar con este Camino. Les contestaron pronto, pues justo a la mitad de su show envolvieron a todos con esos primeros acordes que bien podrían incitar al desvarío de la cabeza más renuente.
Culminaron su presentación con agradecimientos para quienes han seguido de cerca su crecimiento paro también a quienes ese día en la 9 esquinas, en el Foro Andén, tuvieron la oportunidad de descubrirlos.
