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La Banda Bastön, Muelas de Gallo junto al Dr. Supreme, rompen estructuras racionales en la mente de los oyentes con punchlines característicos del talento nato. Llegó la hora de relevar el secreto.

Aníbal Lavana Martínez (Muelas de Gallo) alimentaba una necesidad ligeramente desorientada para un niño de 10 años. Creció escuchando al General y al Elote en su natal Baja California Sur, donde conoció a Dr. Supreme (cuyo nombre parece haber desaparecido desde el día de su integración a la banda), juntos viajaban por sus mentes en busca de un aterrizaje tangible.

Tocaron infinidad de puertas en la escena del hip-hop desde 1997, pero ninguna abría. En la cabeza de cualquier imitador esto sería el principio y final, pero para quien quiere tocar el cielo con las manos, no. En 1999 compraron un boleto para la Cuidad de México y comenzaron tocando los trasfondos de un escenario; desde muy abajo, justo donde alguien con un armazón duro, arrancó.

Asistiendo puntualmente a los Open Mic, lugares que fungen como arena de entrenamiento para guerreros de alto nivel, crearon barras que arrancaban las cabezas de sus contrincantes en las batallas, rápidamente se dieron a conocer, pero fue hasta el 2010 cuando una marca los volteó a ver.

Homegrown Entertainment, disquera chapada en la old school, los arropó con astucia, incluyéndolos en los planes a corto, mediano y largo plazo. El dueto había trazado su camino, dirigido hacia un punto fijo: La materialización de un disco, Homegrown solo abrió la puerta.

Cuando nació Envuelto en Humo (2010) nada volvió a ser igual.

 

 

El ser humano vive con dos lobos dentro, uno de ellos rige los impulsos y deseos, el otro busca la tranquilidad, un álbum de 6 tracks solo dejó hambriento al primero. Trabajaron sin descansar durante tres años para solidificar un nuevo material.

Todo Bien (2013) muestra un entorno social bastante maquiavélico, con temas bastos en analogías. La ejecución de sonidos técnicos solo reafirmo la decisión que habían tomado en los 90s, llevándolos a la edición catorce del Vive Latino.

 

 

Con el viento a favor caminaban sin censura entre los anfiteatros de América Latina, destruyendo la reputación de los raperos locales, sin embargo para consolidar un tercer disco pasaron cuatro largos y agonizantes años.

Luces Fantasmas (2017), fue el astro que elevo el estima de la banda, con un beat moldeado como el vidrio; lento, fino y elegante, colaboraciones que aseguran un éxito en los anales historia. Para agregar una cereza en el pastel, este disco une a dos titanes en la producción urbana: Homegrown Records y 420 Ideas.

 

 

Como si fuera un patrón que presagiara la victoria, Luces Fantasmas fue uno de los principales factores para que La Banda Bastön engalane en cartel del Vive Latino 2018.

Para finalizar un año lleno de recompensas, lanzaron Este Espíritu como parte de una campaña publicitaria para una reconocida marca de cervezas. Podrían criticarlos por colaborar con algunas compañías, pero nunca por vender su estilo.

¿Estás dispuesto a entregarles tu cordura?

 

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Príncipe de Cd. Nezahualcóyotl. Partidario de la libertad artística, voy por la vida defiendo a los bulleados musicales aunque no siempre gane. No existe música sin sentido, solo gente sin sentimientos.