No se pierdan del 20 al 24 septiembre el Festival Aural, el evento mas importante de música experimental en la Ciudad de México.
“Music is 50% sound and 50% silence”
-Roscoe Mitchell
Por: Arturo Tranquilino
Siempre tuve la fortuna de estar cerca de la música. Mi papá me ponía discos de Bach y The Beatles los domingos en la mañana mientras mi madre me ponía a bailar con Michael Jackson y Depeche Mode en el coche todos los días entre semana cuando me recogía de la escuela.
En general lo convivencia musical en la casa era armoniosa y pacifica hasta que un día de entre los discos de mi padre saqué un disco doble que me llamó la atención por tener una portada llena de fotos que reflejaba una época de libertad y de fiesta. El disco se llamaba Live at the Fillmore y el autor era Miles Davis.
Mi papá muy emocionado sacó el disco de su funda y con todo el cuidado y amor que siempre le ha tenido a sus cosas colocó el disco en la tornamesa, puso la aguja en el surco y subió el volumen a lo mas alto que el amplificador se lo permitió.
Lo que salió de las bocinas solo podría describirlo hoy día como un éxtasis religioso provocado por un coctel de notas y acordes disonantes, ritmos experimentales, ruidos distorsionados y muchas drogas. Según mi papá era jazz, pero a mi me recordaba mas a esas improvisaciones que había escuchado en los discos de Jimi Hendrix que mi tío guardaba celosamente junto a sus botellas de licor.
En ese momento desde la cocina escuché los gritos de mi mamá que decían; ¡Quita esa música que siento que me brincan los arroces en el estomago!
Los años pasaron y mi papá siempre estuvo al pendiente de la música que escuchábamos mis hermanos y yo. Nos llevaba a conciertos de rock en teatros que ahora ya no existen, a recitales de música clásica en los foros de la UNAM, nos levantaba temprano para ir a las ventas de discos y libros en la explanada de las instalaciones de Radio Universidad, pero los conciertos que mas se quedaron en mi cabeza fueron aquellos de jazz experimental organizados de manera independiente por grupos y colectivos emergentes en centros culturales.
La música que escuché ahí fue única e irrepetible y muchos de esos discos no dieron el brinco a las plataformas digitales y hoy ya están en el olvido del CD, pero sí cambiaron mi vida para siempre.
Ya llegando a la adolescencia consumí y digerí rápidamente las bandas de moda y los discos clásicos y en mi búsqueda de música que me alterara la conciencia regresé a esa música experimental que mi padre guardaba en su colección.
Miles Davis, Ornette Coleman, John Coltrane y Roscoe Mitchell me abrieron las puertas a un mundo etéreo que me invitaba a componer libremente sin las ataduras de un genero especifico. Mi hermano y yo hicimos ruido con una guitarra, una batería, una trompeta y nuestras voces imitando esos pasajes ácidos que escuchábamos en God Speed You Black Emperor y en Sonic Youth (específicamente discos como el A Thousand Leaves, J´Acusse Ted Hughes o el Silver Sessions).
Para muchos esta música es solo ruido. Para otros es música culta. Para mi es música libre, capaz de alterar la conciencia y elevarnos a estados meditativos donde el cuerpo no existe y nuestra realidad es solo vibración.
No se pierdan del 20 al 24 septiembre el Festival Aural, el evento mas importante de música experimental en la Ciudad de México con actos como Roscoe Mitchell y el Chicago Underground Duo, Jacob Wick Quintet, (SIC) , Philip Jeck, Jonas Reinhardt, Méryll Ampe, Nima Ikki y muchos mas.
