En una noche lluviosa de septiembre, Rey Pila, con sold out anunciado, tocó en el Plaza Condesa.
Muchas cosas pasaron para lograran estar ahí y esta celebración trajo recuerdos, buenos y malos, de cómo una banda es una prueba de resistencia, pasión y mucho trabajo para llegar a públicos amplios y convertirse en un referente de su generación.
Previo a iniciar, los Surfistas del Sistema y The Britanys fueron los encargados de apadrinar la presentación y aunque nunca es fácil ser un opening act, encontré a dos bandas entregadas. Iniciaron los Surfistas del Sistema, una banda argentina con tintes rock y un poco garage que, aunque sabía su posición de ser la primera banda, entregaron sus canciones al público y los invitaron a que siguieran sus pasos en redes sociales.
Por su parte The Britanys tuvo un control especial del escenario, haciéndolo suyo con melodías que me recordaron a una mezcla entre Foxygen, “Hey Jane” de Spiritualized y unos toques de The Strokes y The Libertines en sus primeros discos. La gente iba acomodándose en el piso del Plaza y no paró hasta llenarlo en su totalidad.
Rey Pila arribó a un escenario cargado de energía y más que preparado para su llegada. Una excelente coordinación de luces, vestimenta adecuada para la ocasión y una distribución de instrumentos bien pensada, generaron una impresión visual impecable. Todo tuvo su punto más alto cuando abrieron con “Alexander”, la canción que Julian Casablancas escuchó para firmarlos con Cult Records hace unos años.
Esa primera canción dio lugar al pasado de la banda, a esa recopilación de años de trabajo: de tardar casi cinco años en sacar su segundo disco, de altibajos, de tocar conciertos para 20 personas, de abrir la gira de Interpol y Brandon Flowers en Estados Unidos…parecía que todas esas experiencias, positivas y negativas, llegaban a colación para poder explotar el escenario y celebrar.
Tocaron todo el Wall Of Goth (2017), canciones de su disco homónimo (2011), y un repertorio interesante de The Future Sugar (2015) con canciones como No. 114, Surveillance Camera, How Do You Know?, Ninjas y No Longer Fun que nos recordaron constantemente la amplia experiencia de esta banda tocando en escenarios internacionales.
Lo que más me sorprendió del concierto, además de la excelente ejecución de la música en vivo de las tres bandas, sumada al sonido impecable que caracteriza al venue de la Condesa, fue la diversidad de público y, sobre todo, la entrega de los fans en las primeras líneas del concierto; aplausos incansables para las primeras bandas y una entrega total a la banda principal.
Rey Pila aún tiene un camino importante por recorrer en su carrera musical pero sin duda el haber sido sold out en El Plaza Condesa no es poca cosa. Esta celebración fue ideal para voltear al pasado y ver cómo el trabajo de tantos años comienza a rendir sus frutos…aunque esto solo signifique que un camino nuevo esté por iniciar.
