2 Minutos se presentó recientemente en nuestro país para celebrar con miles de personas 30 años de punk, música y crítica social.
Pudimos hablar con Marcelo Pedro Pedrozo, guitarrista de la banda, para que nos contara cómo es que 2 Minutos se convierten en 30 años de música, punk y de alzar la voz en cada escenario en el que se paran.
La banda fue formada en 1987. Originaria de Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires, Argentina, comenzó su historia cuando el país salía de un periodo duro política y socialmente hablando.
“Comenzamos a tocar en un momento en el que Argentina salía de una dictadura. Así que aprendimos a tocar camino a la transición hacia una democracia. Por eso es que nuestras canciones hablan de lo que pasábamos. Y desde entonces hemos hecho lo que queremos… cantar lo que sentimos, tocar por todo el mundo sin parar, hacer siempre todo bien hecho y divertido.”
El quinteto sudamericano conformado por Mosca (voz), Alejandro Papa Ainadjian (bajo), Monti Burns Montes (batería), Marcelo Pedro Pedrozo y Pablo Velmondo (guitarras) estuvo realizando su gira de XXX aniversario por varias ciudades de Argentina, colgando el letrero de localidades agotadas en los lugares que se han presentado. Luego vino a México a presentarse, a una ciudad que ha visto cambiar durante muchos años.
“El show que hicimos esta vez en México fue uno de los más importantes pues fue uno de los más grandes que hemos tenido en la Ciudad de México en la historia de 2 Minutos. Solo en Argentina en Luna Parc hemos vivido algo así. Es un sueño hecho realidad sin que lo hayamos buscado y eso lo hace muy especial.
De las primera veces que venimos a ahora, México ha cambiado. Tocamos en mejores lugares y más grandes, para más gente. también notamos que vienen más bandas argentinas a presentarse y hay un apertura musical mucho mayor. Las cosas han cambiado para bien.”
2 Minutos se convirtieron en 30 años, y ahora la banda tiene mil historias que contar arriba y abajo del escenario, de toda esa experiencias ha crecido una banda madura que no se arrepiente de nada. “no haríamos nada diferente, seguiríamos siendo nosotros mismos. Le hemos dado nuestro corazón al grupo. Tal vez ahora somos más grandes, más sensibles, nos emociona todo mucho más, pero seguimos siendo los mismos.”
