En una tarde de domingo donde se duerme mucho y se intenta pensar poco, cuatro hip hoperos de distintas ciudades pero con una misma mirada se unieron en un Foro Indie Rocks en donde las historias cotidianas de cualquier metrópoli latina fueron las verdaderas protagonistas del Causa y Efecto II.
Texto por Karla Nieto Salgado
Fotos por Edgar Sagra
Causa y Efecto II comenzó desde las 4 de la tarde con la presentación de Immasoul, auto denominada rapera nacida en Chetumal que impactó con su poderosa voz, mientras sus letras influenciadas por el feminismo de-colonial abrían camino a esta nueva necesidad de gritar lo que significa ser mujer, vivir bajo un sistema opresor y ser clasificada por tu color de piel todo en un combo de injusticia y violencia.
Ya con más de 400 personas en el recinto, se presentó Alika, MC uruguaya con más de 5 producciones; donde mezcla el reggae y el hip- hop junto con un aire de conciencia política y social. Se escuchaba al inicio América Nativa, después dedicó el recital a todas las mujeres, las cuales las nombró como: “guerreras, la fuerza de la creación”. Subió a su hija al escenario para cantar junto a ella y disfrutar de los aplausos. Terminó con su rola jengibre una especie de canto que reivindica una mirada más femenina de las historias que nos duelen, como un rompimiento sentimental de cualquier índole.
La noche apenas comenzaba, la buena vibra se respiraba en los asistentes, al ritmo de gritos enérgicos: se gritaba “Bocafloja, Bocafloja”. Dos minutos después salió Aldo Villegas, que pregunto: ¿Cómo se siente la Ciudad de México esta noche?- Siguió su letra Mi gente mientras exclamaba: ¡Todos los rebeldes esta noche están aquí!
Bocafloja soltó una primicia, el martes 23 de mayo lanzaría por medios electrónicos una nueva canción junto a su colaboradora colombiana nombrada La Tifa.
Mientras la gente aclamaba la canción Tiempo, el rapero decidió dar unas palabras respecto a la necesidad de posicionarse en una lucha por la conciencia de los que te rodean y por la búsqueda de justicia en cada barrio de Latinoamérica. Agradeció el recibimiento entrañable de sus fans y se dispuso a tocar la canción deseada.
Cerrando la puesta salió Akil Ammar, con un saludo caluroso, pintando dedos, hizo gritar a todos los asistentes mientras comenzaba los primeras letras de su rola Frenesí, le siguió Voces de la calle mostrando a los espectadores, con cada saludo y frase lo importante que significan en su vida y en su camino artístico.
Rebelión, durante más de cuatro minutos con la ayuda del público cantando el coro: “Fingir que soy perfecto, yo no, fotocopia como el resto, yo no…la vida que me toca: rebelión”. Poco después mostró nuevamente las gracias con Somos soldados, después destacó su sentimental canción Papá te extraño y sin deja de pasar rapeó Policías en helicóptero donde hizo revivir a muchos de sus fans sus principales aportaciones al género mexicano.
Sin pista y solo con su voz, Akil cantó su interpretación 43 haciendo alusión a los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos hace casi más de dos años. El grito que se repitió muchas veces, con ayuda del público: “Muerte al mal gobierno, muerte al mal gobierno”.
La búsqueda de la identidad se muestra como parte protagonista de la tocada; Akil Ammar repite una y otra vez “Ni derecha, ni izquierda, porque somos los de abajo” marcando su argumento principal: la importancia de representarnos y autonómbranos es necesario (casi como respirar) para poder ser verdaderamente autónomos en cualquier giro de nuestra vida.
Terminó su actuación invitando a Bocafloja al escenario para tocar: Esta noche es nuestra, la canción elegida para cerrar el show, y sí, la noche fue suya, de todas y todos.
Casi siempre las segundas parte dejan mucho que desear, pero sin duda Causa y Efecto II rompió el cliché y dejo el mejor sabor de rap actual en los oídos de sus fans en esa noche lluviosa de realidad y reflexión.
