Born in Mono es una agrupación de la Ciudad de México que ambienta las noches del centro de la ciudad con canciones de su nuevo disco Odalisque.
Así como hoy en día se dice que el rock más que un género es una actitud, así también usamos el término “punk” en esta reseña para hablar de una actitud musical, cultural, sin importar el género que se esté trabajando, porque…. es 2016, y las palabras son maleables.
Born in Mono suena minimal, suena a que podría ser controlado desde un par de dispositivos electrónicos y con dos manos. Pero esa imagen de música tallada con precisión no la hacen sólo dos manos, sino 6 integrantes y sus instrumentos en vivo: Santiago Quintanilla (guitarra), Sebastian Olmedo (bajo), Humberto Mazín (voz) , Pedro Guzmán (drum machine y samples), Diego Rosas (percusiones) y Lourdes Valencia (voz).
Se formaron el 2014 y desde entonces han estado tocando y componiendo canciones. El trabajo en el ensayo y detrás de bambalinas ya los llevó a lanzar una primera producción, un disco de nueve canciones llamado Odalisque.
Definen su trabajo como “una fusión de sonidos acústicos, análogos y digitales que crean un ambiente hipnótico con estructuras psicodélicas y ritmos electrónicos. Un music blender de diversos estilos.”
Coincidimos en que tanto el disco como la banda son un music blender de distintos estilos, lo cual hace a su primera producción sumamente entretenida de escuchar, no es un disco que te aburra, sino que te permite fluir sobre las canciones.
Pero Odalisque no es solamente un “music blender”, no es “todas las alternativas”. Born in Mono no es todo de todo, sí tiene bien definida una línea y ciertos géneros que resuenan durante todo el disco, además de algunas influencias que se dejan ver en algunos de los ritmos y líneas melódicas de las canciones.
¿Y cuales son estos géneros? post punk, lounge, trip hop, stoner, IDM (intelligent dance music), soul, entre otros sonidos que se cuelan aquí y allá.
Odalisque se grabó en la Ciudad de México en Madcap Recordings y fue masterizado en Analog 3D Mastering por Sidartha Siliceo. El álbum sale a la luz a finales de 2016 de manera independiente y el primer sencillo que se desprende del mismo es Bullets.
Es una fuerte carta de presentación de la banda. Con sonidos análogos y electrónicos te capturan en un sopor (en el bueno sentido) disfrutable y que te lleva de la mano por todo el disco. Muy recomendable para estas noches frías y azules de diciembre.
La mezcla de lo electrónico con lo análogo, así como la mezcla de las voz de Lourdes con Humberto hacen del viaje por Odalisque uno muy agradable, “mellow” sería la palabra, pero con una rudeza, que aunque nunca explota, le da la fuerza suficiente al disco para sentirse amarrado.
El disco se debe acompañar con un licor, en definitiva. Es un disco que de noche se escucha mejor, que suena bien en lugares oscuros con luces tenues, que quiere ser tocado en los foros y bares de una ciudad que por fuera es frenética pero que tiene recovecos relajados en donde el tiempo es tan lento que casi parece detenerse.
Secrets, Rolox y Odalisque son recomendadas, aunque en realidad el disco tiene variedad suficiente como para que cada quien seleccione su favorita.
Escúchalo, síguelos y no le pierdas la pista el siguiente año a Born in Mono, que seguro este punk-stoner-lounge estará sonando en la ciudad que nunca duerme.
