Radio Moscow llena de psicodelia el Foro Indie Rocks!
Texto: Fernando Cruz Rivera
Fotos: Edgar Salazar
En punto de las 20:00 horas del sábado 6 de noviembre del presente año, se aglomeraron en la entrada del foro “Indie Rocks!” cientos de personas que impacientes esperaban el regreso de la banda de blues rock, Radio Moscow, originaria de Iowa, EUA, quienes los deleitarían con temas de su última producción Magical Dirt y un repertorio de sus primeros discos, entre ellos el magnífico Brain Cycles, caracterizados por su sonido sesentero y su rock psicodélico, al estilo del supergrupo, Cream.
Poco a poco los fans fueron abarrotando el recinto, mientras que Iván Nieblas, alias “el Patas”, junto con el WarPig, amenizaban la espera de los números programados con música de Kyuss, Wolfmother y Monster Magnet. A las 21:30 saldrían en escena, como primer acto de la noche, la banda mexicana de stoner rock, Black Overdrive, liderada por El Patas, quienes desde sus primeras pistas comenzaron a encender el ánimo del público presente, al ritmo de guitarras distorcionadas y energetizantes redobles de batería.
Tras la electrizante presentación de Black Overdrive, la cual duró aproximadamente 45 minutos, a las 22:30 horas dio por comenzado el segundo acto de la noche con la presencia del músico norteamericano, James Leg acompañado de su baterista, quienes demostraron que con sólo un órgano distorsionado, una potente voz aguardentosa y un domino excelso de la batería, se puede crear rock and roll de alto calibre, a pesar de algunas fallas con el audio; sin embargo, esto no impidió que James Leg continuara con su show, proyectando en todo momento una gran actitud hacia los espectadores.
Para finalizar con broche de oro la tanda de presentaciones programadas, alrededor de las 11:20 horas salió al escenario el esperado power trio, Radio Moscow, integrado por el guitarrista y vocalista, Parker Griggs; el bajista, Anthony Meier, y el baterista, Paul Morrone, revestidos con la indumentaria y el look tradicional del rock de los 60’s. Así, mediante la energía y el poder de la guitarra de Griggs, acompañada por la precisión de la batería y la sutileza del bajo, además de las luces poli cromáticas que alumbraron el escenario, se creó una atmósfera llena de psicodelia y rock ácido, donde temas como I just don’t know, Death of a Queen, So alone, No Good Woman, incitaron la euforia del público, quienes fueron deleitados por largos pasajes instrumentales, potentes riffs y solos de guitarra ejecutados de manera magistral, demostrando que el rock, en su esencia pura y genuina, no ha muerto pese al surgimiento de modas pasajeras que amenazan con enterrarlo vivo.
