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Esta semana decidí mirar hacia atrás para revalorar algunos tesoros de la comedia mexicana que se encuentran escondidos en Netflix y que por años han sido juzgados por su pícara naturaleza o propósito.

México es un país que fue colonizado por españoles a través de la evangelización. Esto significa que a los nativos se les adoctrinó utilizando parábolas religiosas… parece que estoy mirando a un pasado muy lejano, sin embargo, el adoctrinamiento a través de relatos prevalece, evolucionando de acuerdo a la época. Resulta entonces interesante analizar la comedia mexicana desde esta perspectiva, tomando en cuenta su intención y contexto histórico.

En la famosa “Época de Oro” se produjeron más de un centenar de películas mexicanas que hasta la fecha son recordadas como clásicas. De 1930 a 1950,  México destacó por imitar el llamado “star system” norteamericano y utilizar actores encantadores como Pedro Infante y Jorge Negrete quienes rápidamente se convirtieron en ídolos de la población a pesar de que no se veían como ella  pero actuaban como tal. A veces les tocaba interpretar a charros, otras veces a pobres, otras a ladrones… pero siempre dentro del estereotipo de machos mexicanos, católicos, de corazón valiente y sobretodo simpáticos. Las mujeres también tenían  un rol importante, los personajes interpretados por María Félix o Dolores Del Río por ejemplo, eran mujeres fuertes, bellas y que “se daban a respetar”… (eso sí a la primera decepción se convertían en mártires).

Todo esto lo menciono porque marcó a la sociedad mexicana y mucha gente mayor (y ni tan mayor) sigue rigiéndose bajo los valores que estas películas impusieron.

La caja idiota, el monopolio y el gobierno

Después vino la televisión y con ella Televisa, o sea, un nuevo método para infiltrarse en el inconsciente colectivo, además de una nueva forma de filmar y dirigir. El entretenimiento se convierte en parte de la vida del mexicano, y este lo absorbe sin cuestionamientos, pues es a lo que está acostumbrado desde su origen.

Ahora bien, a partir de los años 60 el cine nacional enfrenta una crisis, la producción baja y la represión por parte del gobierno aumenta. Televisa se acopla a la agenda que imponen los gobernantes y la libertad de expresión para los cineastas se vuelve casi nula; el público se acostumbra a ver telenovelas que no reflejan para nada la realidad sino más bien una fantasía mediocre que promueve capitalismo, ignorancia y sumisión.

A partir de los 70’s, Margarita López Portillo (quien no contaba con teoría artística o de comunicación) es nombrada por su hermano (José) responsable del radio, televisión y cinematografía recortando entonces el presupuesto destinado a la producción de películas.

Margarita López Portillo
Margarita López Portillo

El nacimiento de la contra-propuesta

Durante este periodo se vuelve complicado reflejar alguna inquietud de la sociedad o proponer alguna innovación a nivel artístico. Las películas mexicanas de los 70 se reducen a tener argumentos simples, divertidos y muchas veces picarescos. Así surge una nueva industria cinematográfica privada, la cual se dedica a la producción de cine de bajo presupuesto y de rápida filmación. Con ella nacen varios géneros como las “sexycomedias” o el “cine de ficheras” las cuales se caracterizan por no estar precisamente bien hechas, pero tienen su encanto, especialmente cuando son vistas en retrospectiva.

La comedia mexicana se vuelve la única forma de expresar o retratar la realidad de una sociedad sumergida en la inopia, el sexo, la bebida, el machismo y doble moral. Dos décadas después, El Resortes, Tin Tan, El Mimo, Héctor Suarez, Carmen Salinas y Rafael Inclán por mencionar algunos, se convierten en las personalidades predilectas por la población.  Este tipo de cine es la antítesis del “cine de oro”.

Por todo lo antes mencionado, mi recomendación para este fin de semana es hacer algo diferente; en lugar de ir al cine a ver algún blockbuster norteamericano o la serie de moda, quedarse a casa y ver en Netflix alguna de estas dos grandes exponentes de comedia mexicana del año 1971:

Mecánica Nacional (1971)

mecánica nacional

Protagonizan: Manolo Fábregas, Lucha Villa, Héctor Suárez, Sara García, Alejandro Ciangherotti Jr.

La película comienza con el dueño de un taller mecánico que tiene la intención de ir con su familia y amigos a presenciar una carrera,  pero al llegar al terreno en el cual deberán acampar dentro de sus autos por una noche. La conjunción de tantas personas con el mismo propósito desencadena varias situaciones disparatadas.

Esta es la sinopsis más simple de la película, pero es imposible describir la cantidad de retratos que se logran en esta cinta, misma que gira en torno a la comida, la bebida y el sexo;  actividades básicas de cualquier ser humano. Poco a poco los personajes comienzan a desenvolverse y revelan sus identidades, mostrándonos su esencia y representando distintos arquetipos mexicanos, esta película no se anda con rodeos. Podrá ser muy divertida pero dentro de ella podrán ver reflejados a varios de sus conocidos.

Mecánica Nacional muestra a un país dividido por generaciones, por condiciones sociales, y la evolución de valores tradicionales. A modo de sátira, el caos urbano es retratado tan fielmente que asusta. Los personajes se funden en un collage de colores y opiniones contradictorias que son reflejo de todo lo que nos sabotea como sociedad.

Sin duda no puedes dejar de verla, garantizo risas y sobre todo mucho desconcierto al ver que a pesar de que fue filmada hace más de 30 años, todo lo que vemos ahí sigue vigente.

Los Cacos u Once al Asalto (1971)

los cacos

Protagonizan: Tin Tán, Silvia Pinal, Resortes, El Mimo, Zamorita, Milton Rodrigues

Once ladrones se reúnen para jugar un partido de futbol nocturno pero al ser pésimos y no aceptarlo, todo se transforma en una riña ocasionando su encarcelamiento.

A partir de este hecho, los ladrones se verán forzados a encontrar una solución a dicho aprieto y conseguir dinero para pagar la fianza.

La fotografía de esta comedia mexicana es bastante mala, pues aunque parece que se esforzaron por trabajar la paleta de color, cortan siempre la parte de arriba del cuadro, lo cual se convierte en un “rolling gag” involuntario. Por otro lado la exageración del acento y léxico de los ladrones es tan exagerado que sin importar lo que estén diciendo suena gracioso. Vemos a un Tin Tán ya avejentado y un Resortes que interpreta a un personaje con una cojera que parece más bien baile.

No quiero spoilear pero esta película tiene un poco de todo, incluyendo un intermedio musical totalmente absurdo con una coreografía bastante coordinada (tomando en cuenta al reparto).

La recomiendo porque son 80 minutos de puros chistes absurdos, humor involuntario, plano secuencias cuya intención es bastante difícil de descifrar y errores de continuidad e iluminación; hasta tiene errores ortográficos en los créditos. A la mitad de la película “El Mimo” desaparece y es sustituido por otro actor desconocido, (muy a la Terry Gilliam… not).

Ve estas películas de comedia mexicana, estoy segura de que te dejará algún aprendizaje, diversión y cultura. Atrévete a echar un vistazo al México setentero, a la moda, a la censura, a los chistes y al léxico… no te arrepentirás. Y recuerda siempre que “ENTRE BROMA Y BROMA, LA VERDAD SE ASOMA”.

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Cantante, DJ y entusiasta de la música. Le gusta hablar de lo que no se debe hablar, y hacer lo que no se debe hacer. Irreverente pero inteligente. En pro del 420