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Catfish and The Bottlemen presenta un atrevido, ruidoso y lleno de buenas ejecuciones en la guitarra, segundo álbum titulado The Ride.

Sin embargo, la agrupación sigue sin encontrar ese Wonderwall que los llenaría de gloria absoluta. Sus miembros, fans de la extinta banda Oasis, han intentado seguir sus pasos para convertirse en ese símbolo que perdura por siempre y te convierte en un músico de referencia.

La banda formada en 2010 por Van McCann, por quien es distintiva la agrupación dada la característica voz con la que llena de voluntad a sus canciones, enfrenta un reto bastante complicado y es que al ser ganadores del Brit Award como Artista Revelación, es una agrupación que debe demostrar mucho más que talento.

Su antecesor álbum The balcony y sus 250,000 copias vendidas, son solo el preámbulo de la tormenta que estaba a punto de desatar Catfish and The Bottlemen. Su peculiar nombre, era una de las tantas características por las cuales podrían contagiar a miles de cabezas con sus fuertes melodías que inyectan de gran energía a quien las escucha.

The Ride no es aún un disco de culto pero tiene implícito un camino de éxito para estos jóvenes. Nuevos matices son encontrados en esta entrega entre los que resaltan los siguientes:

7 es el inicio de una canción donde su trabajo en los Estados Unidos se hace notable, Van McCann nos habla de una chica que parece desear hablar pero que sus sentimientos indican no es por el momento indicado, el solo quiere tener un año más a solas.

Twice parece ser el número de ocasiones que se ha cometido un error y por lo tanto no volverá a repetirse, McCann canta From every hangover my head feels, To every ex I didn’t treat right, una tercera no habrá.

Soundcheck es una demostración de la fuerza en guitarra y voz que Catfish and the Bottlemen desean plasmar, además de ser una letra de esas que desean sus fans canten en un concierto, buenos riffs y en general una fuerte batería.

Postpone es una canción muy al estilo Catfish, al parecer un poco mostrando lo que vivían trabajando en su nuevo disco en NYC, “To a place that don’t sleep, And the pubs won’t shut early”.

Anything es muy parecida a su predecesora, es en estos momentos cuando recae el disco y parece que la creatividad se hace invisible. Lo único destacable es el solo de guitarra al final.

Glasgow es la ejecución impecable de McCann en una guitarra acústica y su voz, describiendo los detalles que definen su  ciudad de origen.

Oxygen es la clara ejecución de una canción con tintes absolutos de un Oasis que disfrutábamos escuchar,  es de inicio a fin una canción digna de poner a todo volumen y de repetir infinidad de ocasiones en este agitado verano.

Emily y Red son canciones que parecen no despegar para convertirse en canciones que sean representativas para esta nueva entrega. Están ahí para en cierto modo llenar espacio.

Heathrow es un oculto Wonderwall, una letra que habla de esa entrega para una persona cuando aún no eres representativo para captar su atención, es una triste pero interesante melodía que podría convertirse en una canción que en vivo genere una atmósfera digna de recordar.

Outside es solo un cierre para un disco que tiene excelentes canciones pero que requiere un poco más.

Catfish and the Bottlemen, tiene un trabajo importante que hacer para crear canciones que los logren identificar, no han realizado una entrega que carece de buen rock, sin embargo, se hace relevante conocer pronto si son o no, una revelación para la actual escena musical.

Este segundo álbum es un satisfactor de fans pero hay una audiencia de millones que podría llenar sus oídos con los buenos sonidos que son capaces de crear.

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catfish-and-the-bottlemen-the-rideCatfish and the Bottlemen, tiene un trabajo importante que hacer para crear canciones que los logren identificar, no han realizado una entrega que carece de buen rock, sin embargo, se hace relevante conocer pronto si son o no, una revelación para la actual escena musical.