Hinds, el cuarteto de Madrid estará en tierra azteca para inundarnos de su sonido pop garage, o al menos así lo dicen ellas, dentro de muy poco.
Le dimos una de tantas escuchadas al álbum debut de Hinds, Leave Me Alone y, después de despertar del letargo, esto fue lo que concretamos en su sonido.
En la era digital las cosas son muy diferentes, los dedos son más rápidos que las cabezas y la identidad se tambalea entre modas pasajeras y regresiones de lo que solía ser la esencia.
Dentro de esta lucha milenaria encontramos 4 chicas oriundas de Madrid que musicalmente corresponden a otro horizonte y otra época. Desde sus inicios, Hinds ha tenido que lidiar con una responsabilidad que está muy distante de quedarles a medida, pues con la ausencia de nuevos grupos que realmente tengan un concepto y propuesta clara, resulta fácil voltear y señalar a los primeros que rescaten fórmulas añejas y probadas.
Y es que el Leave Me Alone, primer LP de estas chicas, es un álbum repleto de sonidos que ya hemos escuchado antes, de bastantes espacios en blanco y de melodías muy simples que se quedan en el intento.
Que las aclaraciones no se malentiendan, la culpa no es de ellas, es de quien decidió abanderarlas, darles el estandarte juvenil y hacerlas marchar enfrente de todos los demás, del que pensó que era buena idea meterlas a un Glastonbury antes de tener un disco debut y quien se cobijó en su estilo para saldar las cuentas del vació musical que se vive con las bandas nuevas.
Garden y San Diego son sus armas fuertes, un sonido que recuerda al pasado inmediatamente y que utiliza la amplificación de sentimientos, voces y simpleza para llegar al gusto. Castigadas en el granero, la única con título en su lengua natal que sin duda tiene lo suyo, pero que hace preguntar a la mente el por qué de cantar en inglés y buscar ser algo que no corresponde.
En general el álbum se encuentra en un lugar insípido, falto de claridad y que si bien tiene una idea que merodea los sentimientos juveniles y la vida misma, no hace sentir a plenitud.
Si algo hay que rescatar de Hinds es su actitud por permanecer, decidieron grabar su primer disco a su medida sin aceptar opiniones y con canciones que se nota les costó tiempo y esfuerzo concretar.
Es un buen primer intento, se mira como pasos tambaleantes de alguien que aprende a caminar, sin prisa y con tropiezos, ah pero que se viste entallado, fuma cigarrillos y bebe whisky directo de la botella.
Los 12 tracks parecieran ser una gran canción que dura 38 minutos, si uno no le presta atención a la letra es muy fácil perderse entre sus notas, sin embargo, tienen idea de las cosas y se rescatan algunos pasajes, digamos que no todo está perdido.
Leave Me Alone es un grito literal que resulta desesperado. Hinds tiene futuro si las dejan crecer, si los interesados las dejan en paz y trabajar a su propio ritmo. No hace falta inventar ídolos para saciar el hambre musical, sólo hay que fijar la mirada a nuevos horizontes y aprender a ver que no todo es desechable, ligero. Leave Me Alone no es el gran disco que esperas pero, como siempre pasa en esto de la vida, tendrás la última palabra al escucharlo.
