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¿Hambre? Te presentamos 5 películas para abrir el apetito y querer morderte los dedos, nuestro Top de películas caníbales más apetitosas.

Te recomendamos ampliamente leer este top antes de disfrutar de tus sagrados alimentos, de lo contrario no tendría el mismo efecto antojable y deseado en el placer de tu estómago, y es que, tan solo ponte a pensar; los seres humanos somos los consumidores más ricos en cualquier, CUALQUIER cosa comestible, azucarada, grasosa y picante de este mundo. ¿Te podrías imaginar nuestro sabor?.

Tal vez en este pequeño párrafo pensaban los directores de las siguiente películas que nos dejan dos opciones, o poner cualquier cosa en tu plato a la hora de comer, o simplemente correr al baño para vomitar.

Holocausto caníbal (R. Deodato, 1980)

 

Una película que rebasó la ficción, pues el director acabó ante los tribunales después de su estreno porque “le salió demasiado bien” y creyeron que las escenas de este falso documental eran completamente reales. A pesar del bajo presupuesto, el planteamiento inicial es realmente interesante, y el desarrollo, inquietante. Llegas a odiar al personaje del cruel documentalista, mucho más salvaje que los indígenas a los que graba. Aunque seguimos pensando que esta película llegó a ser un clásico solamente por su fama y no por ser una “excelente película”.

Delicatessen (J. P. Jeunet-M. Caro, 1991)

 

Personajes extraños, primeros planos aberrantes, estética de cómic, pero todo ello con una pátina de cotidianidad que acaba haciendo que sus historias nos resulten reconocibles y cercanas. Así de simple: Una historia de amor entre caníbales. Si no la han visto, búsquenla. Hagan lo que puedan por sentarse dos horas y dejarse contaminar de esta locura maravillosa.

¿Y si nos comemos a Raúl? (P. Bartel, 1982)

 

Una majestuosidad dentro de las películas B, una comedía muy muy negra, aderezado con ciertas gotas de burla social, pero usa un estilo heredero de las screwball comedies de los años 40 para presentarnos su historia. Tiene un ritmo frenético y los diálogos son muy rápidos, que combinan muy bien con los toques de humor amoral, como sucede al principio del film donde se nos presenta a una ciudad neurótica y psicótica.

El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (P. Greenaway, 1989)

 

Para los paladares más finos, la opción más elegante de este menú. Consigue irritar, pero no se le puede negar su capacidad para la sugestión visual. Nos encontramos ante una obra grotesca, de unas magnitudes visuales complejas y conseguidas, entre el Saló de Pasolini y la Gran Comilona de Ferreri. Romántica, sarcástica, dramática, inteligente, negra, gore, divertida y nada regular, pese a lo difícil de entremezclar tanto. Greenaway dice hacer cine para innovar, para encontrar una nueva forma de comprometer a los sentidos, no sólo visualmente; y es que este film casi se llega a oler, a sufrir, y a sentir.

Cuando el destino nos alcance (R. Fleischer, 1973)

 

De los mejores films sci-fi que hemos visto, para resumir, imaginen que el gran negocio de los pastelillos de Sweeney Todd lo llevamos al futuro? Al año 2022 para se exactos. “Soylent Green” es una distopía, una antiutopía, un futuro distinto al deseado distinto al ideal. La distopía se usa para prevenir sobre un futuro o para criticar lo que hacemos en el presente y que podrá desembocar en lo que se nos cuenta. En “Soylent Green” o en su titulo en castellano “Cuando el destino nos alcance” (otro titulo muy creativo por parte de los traductores pero en este caso bastante acertado a pesar de no tener nada que ver con el original) se nos cuenta que debido al exceso de población la comida escasea, eso si, solo la sufren los pobres o aquellos que no están al servicio de los poderosos. Y si, adivinen de que esta hecho este único y exquisito alimento…

¿Alguna películas que nos haga falta en el menú?

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